Marta Lopez Ramos

Me inicié en la práctica del yoga hace unos años buscando en ella un espacio de calma y relajación. Además de conseguir esto, me di cuenta de que el yoga también me obsequiaba con otras respuestas; me llevaba a conectar con una parte de mí que desconocía, con una sabiduría interna de esa que no se puede explicar, pero que sabes que es la verdadera. Esto me llevó a formarme como profesora en la escuela Mahashakti, nutriéndome de más conocimientos y de más herramientas para seguir con ese viaje hacia dentro.

A día de hoy siento la práctica de yoga como un ritual conmigo misma en el que me encuentro con mis límites y trabajo para aceptarlos, y en el que también observo mis logros y trabajo para valorarlos. Tener la oportunidad de transmitir esta heramienta de transformación personal dando clases a otras personas que están en su camino, es un regalo. Hasta ahora he acompañado a peques y familias en centros cívicos de Gasteiz, también a adultas y adultos de forma presencial y online en centros como Arteria o Creciendo

Cuando llega el yoga aéreo a mi vida lo hace como un reto: el volar, soltar, dejarse… no es fácil para alguien con una actividad mental frenética y que está cómoda con los pies en la tierra. Gracias al yoga aéreo he podido conectar a esa mujer sabia que habita en cada una de nosotras, con la niña interior que vive desde el juego y observa el mundo con los ojos bien abiertos. Y eso es otro regalito de la vida.